miércoles, 1 de enero de 2014 By: Jose Vega

Los beneficios del Chia (Salvia Hispánica)



Características

Es una herbácea anual, procedente de México; tiene hasta 1 m de altura que presenta hojas opuestas de 4 a 8 cm de largo y 3 a 5 de ancho. Las flores son hermafroditas, entre purpúreas y blancas, y brotan en ramilletes terminales. La planta florece entre julio y agosto en el hemisferio norte; al cabo del verano, las flores dan lugar a un fruto indehiscente cuya semilla es rica en mucílago, fécula y aceite; tiene unos 2 mm de largo por 1,5 de ancho, y es ovalada y lustrosa, de color pardogrisáceo a rojizo.

Cultivo
Prefiere suelos ligeros a medios, bien drenados, no demasiado húmedos; como la mayoría de las salvias, es tolerante respecto a la acidez y a la sequía, pero no soporta las heladas. Requiere abundante sol, y no fructifica en la sombra.

Propiedades
La semilla de chía contiene muchas propiedades como: proteína, calcio, boro (mineral que ayuda a fijar el calcio de los huesos), potasio, antioxidantes, hierro, ácidos grasos como omega 3 y vitaminas tales como magnesio, manganeso, cobre, niacina, zinc entre otras.1
En comparación con otros alimentos tiene de proteína 2 veces más que cualquier semilla, 5 veces más calcio que la leche entera, 2 veces la cantidad de potasio en los plátanos, 3 veces más antioxidantes que los arándanos y 3 veces más hierro que las espinacas y 700% más omega 3 que el salmón. 
La semilla de chia posee desde un 19 a un 23 % de proteínas. Este porcentaje se compara favorablemente con otros granos nutricionales como el trigo (14%), maíz (14%) arroz (8,5%). Sin embargo a diferencia de otros granos, los aminoácidos de las proteínas de chia no tienen factores limitantes en la dieta de las personas adultas.
La chia es una fuente de omega3, que elimina la necesidad de utilizar antioxidantes artificiales como las vitaminas. De esta forma los antioxidantes de la semilla chia le otorga una enorme ventaja sobre todas las demás fuentes de ácidos grasos omega3, ya que permitan que pueda almacenarse por años, sin que se deteriore el sabor, el olor o el valor nutritivo.

Uso
Las semillas remojadas en agua liberan el mucílago, produciendo un líquido gelatinoso; en México se le saboriza con jugos vegetales o esencias y se le consume como bebida refrescante. Las semillas también pueden secarse y molerse para preparar una harina fina y de sabor intenso, llamada pinole, que se consume principalmente como dulce. Los brotes tiernos se consumen como verdura cruda o cocida y pueden ser usados en ensaladas.
La composición nutricional de la semilla de chia es: Un 20% de proteína, un 40% de fibra alimentaria (5% fibra soluble de muy alto peso molecular) y un 34% de aceite; sobre el 64% del aceite son ácidos grasos omega 3. No contiene gluten, por lo que es apta para celíacos. No se conocen componentes tóxicos en ella.

Beneficios
1.Proporciona energía, aumenta fuerza y resistencia: por sus altos contenidos de proteínas y la combinación de vitaminas y minerales nos ayudan a ser constantes a nuestras actividades diarias.
2.Regula los niveles de azúcar: retardando el proceso por el cual las enzimas digestivas descomponen los hidratos de carbono y las convierten en azúcar. Después de las comidas especialmente si comes alimentos con almidón o dulces podemos llegar a sentirnos cansados y sin energía. Al equilibrar el azúcar en la sangre, no sólo reducimos el riesgo de diabetes tipo 2, también garantizamos una energía constante durante todo el día. 
Si se añade chía a la comida puede ayudar a evitar las variaciones del azúcar en sangre y regular por tanto la insulina. 
3. Pérdida de peso: las semillas y su acción gelificante única mantienen la sensación de saciedad durante horas
4. Regularidad intestinal: la fibra soluble y el revestimiento de gel de la semilla mantiene el colon hidratado y asegura el movimiento fácil de los alimentos.

Esta mas que demostrado que estos ácidos grasos desempeñan un papel fundamental en la mejoría de las enfermedades cardiovasculares y de fenómenos inflamatorios como: Artritis reumatoide y por lo tanto, en la disminución de diversas patologías crónicas, como por ejemplo, el asma, siendo además imprescindibles durante el embarazo ya que son necesarios para el desarrollo de la retina y el cerebro. También se ha comprobado sus beneficios, efectos en la reducción del tamaño de tumores, como el de mama o el de colon. Por esos sus beneficios son múltiples. Actuando en las enfermedades que afectan al sistema cardiovascular es decir tanto al corazón, como al cerebro y a los vasos sanguíneos. Debido a que las principales causas de las enfermedades cardiovasculares son: la arteriosclerosis, arritmias, anomalías congénitas.
Los factores de riesgo cardiovascular están constituidos por todas aquellas condiciones de cada individuo que aumentan de alguna manera la probabilidad de padecer una enfermedad del corazón o de los vasos sanguíneos. Como hipertensión, colesterol, triglicéridos.
En las funciones cerebrales que pueden verse afectadas si nos falta omega3 es la dificultad de aprendizaje, mal de Alzheimer depresión , ansiedad problemas visuales y un desequilibrio en el sistema inmune. Provocándonos desordenes mentales y neurológicos.

Historia
Antes de la conquista de América, la chía era un alimento básico para las civilizaciones de México; su cultivo era probablemente el tercero en importancia económica, superado sólo por el maíz (Zea mays) y el frijol (Phaseolus vulgaris). Ya antiguamente usada esta semilla por la etnia semi-nómada de los Tecuexes (grupo Chichimeca) ubicados en los actuales municipios de Guadalajara, Zapotlanejo, Acatic, Tepatitlán, San Miguel el Alto, Cuquio, Yahualica, etc. y con la cuál pagaban tributo a los mexicas.
Inicialmente esta semilla era recolectada de plantas silvestres (no cultivada), hasta que los tlaxcaltecas y otomíes, traídos a la región por los españoles conquistadores, la domesticaron, iniciándose con esto el cultivo de esta importante semilla. Las contribuciones eran de hasta 1500 toneladas anuales; se empleaba como alimento, como ofrenda a los dioses, y como oleaginosa para producir un aceite como base para pinturas corporales y decorativas.
Se ofrendaban brotes de chía a Chicomecóatl, la diosa del maíz, durante la fiesta de la veintena de hueytozoztli; durante la veintena ritual de hueytecuílhulhuitl, se preparaba pinole de semillas de chía tostadas hasta llenar una embarcación, que se hacía flotar entre los asistentes, que tomaban de ella una porción hasta vaciarla. A su vez, los purépecha de Michoacán empleaban el pinole para fabricar unos pequeños tamales que usaban como ofrenda en el altar de sus muertos.
El Codex Florentinus que transcribe la Historia general de las cosas de Nueva España de fray Bernardino de Sahagún detalla la importancia que tenía la chía en la economía precolombina; describe en detalle los aspectos de la producción, comercialización y usos de la chía.
Desplazada por los cereales aportados por los españoles, el cultivo de chía desapareció durante las colonias; sobrevivió sólo en áreas montañosas aisladas de México - donde se cultiva comercialmente desde hace siglos y hasta la fecha - y Guatemala. El mayor centro productor de México está en Acatic, Jalisco,3 de donde se exportan cantidades crecientes a Japón, Estados Unidos y Europa.
Un proyecto comercial desarrollado conjuntamente por varios países de América Latina comenzó en la década de 1990 a replantar experimentalmente la chía en el norte de Argentina, para proporcionar a los agricultores cultivos alternativos, con resultados excelentes.
Los rendimientos del proyecto alcanzaron los 1.602 kg/ha, con contenidos de aceite de hasta el 38,6%. Se han suscrito contratos para la producción comercial de chía en las provincias de Catamarca, Salta y Tucumán, y se exporta el producto sobre todo a los Estados Unidos. La viabilidad en los estudios piloto se estimaba entre el 78% y el 87%, con tasas de pureza de entre el 84% y el 97.5%.

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